Desde primeras horas de la mañana del domingo 15, las bajas temperaturas y la humedad auguraban precipitaciones en forma de nieve que finalmente no llegaron a materializarse durante la tarde. Sin embargo la mañana del lunes reveló, bajo un cielo limpio y azul, la primera nevada del año en la sierra de Hervás. El pico Pinajarro, el Valdeamor y el Canchal de la Gallina, amanecieron «nevarrusqueados» y luminosos, devolviendo a nuestra sierra los colores del invierno. El bosque ceniciento y desnudo se viste ahora del blanco de la nieve tan esperada y necesaria. Los amantes de las actividades de montaña encontraran en ello un atractivo añadido para la practica del senderismo, y los aficionados al esquí alumbran por fin la esperanza de no dejar pasar la temporada en blanco. 

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