El acogedor abrazo de la sierra que rodea Hervás, siempre inspiradora, muestra ahora, bajo la paternal mirada del pico Pinajarro, el introspectivo paisaje del invierno. Efímero escenario desnudo de follaje, y pardo en sus colores, que ofrece un perfecto marco para la semana más amorosa del año. Conscientes de esta responsabilidad para con sus visitantes, en Hervás numerosos restaurantes, alojamientos y spas, se esfuerzan para ofrecer menús especiales y opciones de relax para vivir o revivir la mejor de las estaciones: el enamoramiento. El Valle, orientado sabiamente hacia el horizonte de poniente, a donde fluye el agua de los ríos, nuestro Ambroz, que será río Caparra al pasar bajo el ojo del puente romano, muestra en invierno, su cara mas exclusiva. Perfecto telón de fondo, calmado y sosegado para compartir un paseo cogidos de la mano, visitando museos y exposiciones, tomar un aperitivo selecto, degustar una comida o cena muy especial antes de una agradable copa en alguno de los locales de ambiente nocturno y música en vivo. O caminar sobre hojas, juntos, muy abrigados, lejos de miradas y tumultos carnavaleros, compartiendo el impagable placer de descubrir en un viaje en globo, desde lo alto, lo que la primavera en ciernes ocultará bajo su verde y colorido manto. Y todo ello con la complicidad silente de las mágicas calles de nuestro Barrio Judío. Una propuesta de acierto seguro para demostrar a nuestra pareja que la estación de los amores reside todo el año en nuestros corazones, y en Hervás.

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